FAQs

INTRODUCCIÓN

Todos los protocolos de prevención de la caries de las Sociedades odontológicas más avanzadas recomiendan que la primera consulta al niño se haga coincidiendo con la erupción del primer diente de leche y, en todo caso, no más tarde del primer cumpleaños, para que se establezca “el hogar dental”, se haga una valoración del riesgo de caries (VRC) del bebé y se informe a los padres de las medidas a seguir para evitar la aparición de la caries dental y otras patologías bucales.

Existe una exageración en la opinión pública sobre riesgos de la radiación diagnóstica en general y en odontología. La radiología digital ha reducido muchísimo la radiación respecto a la radiología convencional. Cuando son necesarias para un correcto diagnóstico no pueden obviarse. Se dispone de sensores de lectura mensual y los niveles de radiación son bajísimos.

Cada 6 meses sería el período clásico de las revisiones odontopediátricas, en estas revisiones, miraríamos la salud gingival, el nivel de higiene, la presencia de caries, seguiríamos el crecimiento de los maxilares, guiaríamos la erupción, aplicaríamos flúor profesional y observaríamos la presencia de hábitos.

Si consideramos a los pacientes de alto riesgo (poco control de dieta, mala higiene y alta frecuencia de caries) las visitas de observación o de control se programan cada 3 o 4 meses.

PRIMERAS ETAPAS

El niño puede tener caries a cualquier edad desde que hay dientes. Se produce por la interacción de tres factores: azúcar, placa bacteriana y predisposición individual. Sin la presencia de los tres factores no se producen caries.

Generalmente el niño que tiene lactancia materna no necesita chupete. Si la lactancia es de fórmula, el uso del chupete disminuye el riesgo de la succión digital. Pero si lo utiliza hay que tratar de que lo deje de utilizar al año de edad. Es un hábito que puede desencadenar alteraciones a nivel oral (depende de la duración y frecuencia de su uso).

No hay que hacer nada sino dar tiempo a este proceso normal. Hay niños que desean mover dichos dientes (para una más pronta llegada del “Ratoncito Pérez”) y, sin embargo, a otros niños les produce malestar tocar los dientes. No hay ningún inconveniente para que cada niño haga lo que desee con sus dientes móviles. Si el diente temporal lleva mucho tiempo con movilidad sin exfoliarse, el odontopediatra tendrá que evaluar si subyace alguna causa que requiera ser estudiada.

PREVENCIÓN

En el bebé incluso antes de que erupcione el primer diente. En edades tempranas se deben limpiar las encías con una gasa o un paño húmedo suave, envolviendo el paño o gasa alrededor del dedo índice y frotando suavemente sobre las encías del bebé.

A medida que empiezan a aparecer los dientes de los niños (generalmente alrededor de los 6-9 meses), tendrá que empezar el cepillado. El cepillado debe realizarse al menos 2 veces al día, por la mañana y por la noche, justo antes de acostarse.

Al erupcionar el primer diente.

Los padres deben utilizar una pequeña cantidad de pasta dental fluorada para cepillar los dientes del bebé 2 veces al día tan pronto como erupcione el primer diente, con un cepillo dental de una tamaño apropiado para su edad.

A partir de los 3 años, la cantidad de pasta dental se debe incrementar al tamaño de un guisante y el cepillado debe ser guiado y asistido (o realizado) por los padres.

Empezaremos con pasta dental de 1000 ppm (partes por millón) de flúor.

Existe una inmensa cantidad de evidencia científica que demuestra la efectividad y la necesidad del flúor en la prevención de la caries. Es una de las medidas preventivas más importantes disponibles contra esta enfermedad.

Es recomendable utilizar pastas infantiles fluoradas ya que la presencia de este compuesto ha sido el único factor externo demostrado capaz de prevenir la caries.

Los dentífricos con cantidad de flúor inferior a 1000 ppm no tienen suficiente efecto protector de caries.

Desde el primer diente hasta los 2 años utilizaremos dentífricos de 1000 ppm (partes por millón) de flúor. Entre los 2 años y 6 años de 1000–1450 ppm. En mayores de 6 años, de 1450-2500 ppm. En casos de alto riesgo o hipomineralización incisivo molar (HIM) importante, utilizaremos 5000 ppm.

Los cepillos eléctricos no son mejores que los manuales ni los manuales mejores que los eléctricos. El niño no tiene habilidad psicomotora para cepillar bien hasta edades más avanzadas. Los primeros años, son los papás quienes deben cepillar, luego supervisar y ayudar ocasionalmente hasta los 8-10 años.

Sí, de la misma manera que los dientes permanentes también tienen caries.

La caries de primera infancia (CPI) está estrechamente asociada con un consumo frecuente de carbohidratos fermentables, por lo que cualquier tipo de azúcar consumido con frecuencia en presencia de Streptococcus Mutans (SM) puede ocasionar caries. Las caries en dientes primarios se desarrollan con mayor rapidez que en dientes permanentes afectando también más deprisa el tejido nervioso.

Alimentos con alto contenido de azúcar y alimentos de consistencia blanda, pegajosa y poco fibrosa, tales como: galletas, bollería, pan de molde o pan blando, patatas embolsadas, pan dulce, helados, chocolates…

Sí. Aunque los niños cepillen y usen hilo dental, en algunos casos, es difícil limpiar los pequeños surcos y fisuras sobre todo de los molares, con lo cual, existe el riesgo de que aparezcan caries.

Tan importante es cuidar los molares temporales como los permanentes y el uso de selladores es la mejor solución preventiva.

CARIES

Sí. La caries es una de las infecciones orales más frecuentes en el niño. No hay que olvidar que los dientes van a ser necesarios en el desarrollo facial, óseo y muscular, así como en el caso de la dentición de leche, para conservar el espacio necesario que permita la colocación correcta de los futuros dientes permanentes.

Los dientes de leche, al igual que los dientes permanentes, tienen fibras nerviosas que otorgan la sensibilidad al diente. Evitar la anestesia en estos procedimientos, por miedo a la respuesta del niño, influirá negativamente en su conducta inmediata al percibir la sensación dolorosa, perdiendo su colaboración y confianza, al mismo tiempo que incrementaremos su ansiedad, y creará una mala experiencia a largo plazo. Casi la totalidad de los procedimientos se debe realizar con aplicación de anestesia.

TRAUMATISMOS

Ante cualquier traumatismo dental, incluso de los dientes temporales, se debe acudir al odontopediatra lo más rápido posible, ya que los traumatismos que incluso puedan parecer más inocuos, pueden acabar con la vitalidad del diente.

Recogerlo, ponerlo en un botecito con suero fisiológico y llevarlo al odontopediatra. De esta forma el fragmento se mantiene húmedo y al no desecarse no cambia de color, facilitando la restauración estética.

MALOCLUSIONES

No puede generalizarse la respuesta. Hay que individualizarla. Cada problema es distinto y debe decirse en función de la patología y no de la edad. Existe una tendencia generalizada en creer que los tratamientos ortodóncicos se comienzan cuando el recambio dentario se ha completado. Pero no es así ya que hay muchos cuadros que a esa edad ya no pueden tratarse.

No se moverán si el paciente lleva retenedores: sin retención los dientes pueden moverse.

Los dientes una vez modificada su posición, tienden a querer volver a su posición original.

LÁSER

Al disminuir la dosis de anestesia local requerida, reducir la percepción de dolor y concentrar gran cantidad de energía en un espacio muy reducido mejora las prestaciones de la cirugía convencional. Al tener propiedades coagulantes y antiinfecciosas los tejidos intervenidos y los circundantes a los que han sido cortados o vaporizados (eliminados) se recuperan en mucho menor tiempo y con más facilidad, menos secuelas y menores cicatrices. Esta reducción de hemorragias y bacteriemias es muy útil.

Se utilizan para procesos quirúrgicos como frenectomías maxilares, linguales y mandibulares; papilomas, quistes de erupción, operculectomías, granulomas piogénicos, quistes dentígeros, gingivectomías, alargamientos de corona; algunos tratamientos pulpares; exposición de dientes incluidos y apicectomías.