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Brackets linguales
Los brackets linguales se colocan en la superficie interna de los dientes, de tal manera que resultan invisibles desde el exterior, y por ello son una solución estética para el tratamiento ortodóntico.
¿Cuáles son los brackets linguales?
Los brackets linguales son aquellos que van colocados en la parte interna de los dientes y suponen una técnica fija de ortodoncia caracterizada porque el dispositivo no se ve prácticamente nada. La forma de conseguir esto es a través de que el bracket vaya adherido a la cara lingual de los dientes (es decir, la cara interna). Esta técnica de ortodoncia muchas veces es igual de eficaz que otros sistemas menos estéticos y permite solucionar cualquier problema o defecto relacionado con el alineamiento y la mal oclusión de un niño, un adolescente o un joven.
¿Cuánto dura un tratamiento de ortodoncia lingual?
Al igual que con la ortodoncia convencional con brackets colocados en la parte visible de los dientes, los tiempos de un tratamiento de aparatos linguales en niños o adolescentes no son fijos, sino que dependerán de la maloclusión del paciente y, por tanto, es individual y específico para cada caso. En general, serán tratamientos que se extenderán más en el tiempo. El ortodoncista infantil llevará a cabo un estudio completo del niño o adolescente, mediante un estudio fotográfico y de los modelos dentales tomados, e indicará el tiempo estimado del plan de tratamiento. Se debe tener en cuenta que, en función de la duración necesaria para corregir la maloclusión el precio del tratamiento de ortodoncia variará.
¿Qué pasa si no se termina el tratamiento de ortodoncia?
No completar o dejar a mitad un tratamiento de ortodoncia con brackets linguales o internos tiene los mismos riesgos para la salud que no terminar cualquier otro tipo de tratamiento de ortodoncia. Se debe tener en cuenta que el resultado final es el verdadero objetivo, y abandonar el tratamiento antes de hora puede tener consecuencias como la recidiva, es decir, que los dientes regresen a su posición original, la afectación periodontal de los dientes, y especialmente, la pérdida de dinero y la frustración del paciente. Una cavidad oral en proceso de cambio no controlada por un odontopediatra u ortodoncista pediátrico, supone un grave riesgo para la salud oral del niño, adolescente o joven.